La mascarilla se ha convertido en una complemento imprescindible (y obligatorio) para proteger de contagios. El precio de esa protección es acostumbrarse a algunas incomodidades, como bien saben quienes usan gafas,constantemente empañadas.
La aparición de productos 'milagrosos' que se promocionan como solución definitiva para acabar con este engorroso inconveniente ha llevado a la Organización de Consumidores y Usuarios a verificar su eficacia y concluir que "no cuela".
Según este análisis, dos aerosoles analizados son muy poco eficaces. Sí funcionan las tres gamuzas que han probado, aunque sus efectos están muy lejos de permanecer las doce horas anunciadas, ya que no duran más de tres.