Diciembre es el mes de las comidas y cenas navideñas. Encuentros de empresa, familiares, amigos, o colectivos a los que se pertenece, facilitan que la agenda de las próximas semanas se llene de todo tipo de comidas y cenas. De hecho, reservar mesa para grupos los próximos viernes y sábados empieza a no ser tarea fácil.
Bares y restaurantes hacen su agosto en diciembre. Algunos establecimientos tratan de sacar la máxima rentabilidad a esta tradición, aprovechando que debido a la alta demanda pocos clientes dejan escapar las mesas libres que ya empiezan a escasear, y aceptan condiciones que rozan el abuso. Una de ellas, es imponer un menú cerrado, a pesar de que, según el delegado de OCU Aragón, Alejandro Marín, el establecimiento debe estar preparado para ofrecer cualquier plato que figure habitualmente en su carta.
OCU ha detectado que los mismos platos que se ofrecen habitualmente en las cartas se encarecen notablemente en los menús cerrados. También se cobran elevados suplementos entre las alternativas dentro del menú. Sobre el pago por reserva, Marín recuerda que sí es una práctica legal cobrar una cantidad por adelantado que se deberá restar de la cuenta final. Bien distinto es pretender que se pague el menú entero si falla algún comensal. En ese caso, puede caber una penalización que debe establecerse en el momento de la reserva, pero cobrar el importe entero del menú es abusivo.
