Cada formación política interpreta de forma diferente esta hoja de ruta de la Confederación Hidrográfica, que garantiza la puesta en marcha de cuatro grandes obras como Yesa, Mularroya, Almudévar y Santa Olea. Además, garantiza la creación de unas 38.000 nuevas hectáreas de regadíos.
Para el Partido Popular, Ciudadanos y VOX este nuevo plan supone el punto y final para el Pacto del Agua, ya que no incluye obras pendientes y reduce el número de hectáreas previstas. Dentro del propio Gobierno cuatripartito también hay discrepancias.
Lambán defiende el plan
De hecho, el representante de Chunta Aragonesista, Joaquín Palacín, y el portavoz de Podemos, Nacho Escartín, lamentan que se mantenga la financiación para dos obras polémicas como son Yesa y Mularroya.
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, insiste en que este nuevo plan de la Cuenca del Ebro no supone el fin del Pacto del Agua, sino que se priorizan con plazos y presupuestos las obras que están más avanzadas.