¿Se acuerdan cuando les hablamos del ghosting? Dejar de seguir a la pareja en redes sociales porque sí y desaparecer de una relación sin dar más explicaciones. Esfumarse, como si no hubiera existido. Pues hay ahora hay otra tendencia a medio camino: el “orbiting”. Cuando una relación se rompe, normalmente quien rompe esa relación, sigue pendiente de la pareja siguiéndola en redes sociales. Dándo “me gusta” a las publicaciones, pero sin interactuar mucho más.
Es como, dice la psicóloga Mónica Goremberg, desde el Colegio Profesional de Psicólogos de Aragón, el refrán del perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Para la psicóloga detrás hay un sentimiento de propiedad y, en cierta medida, de acoso. Este tipo de seguimiento se da en las relaciones de jóvenes que tienen relaciones más esporádicas y no tan consolidadas como pueden tener personas de más edad.
Para terminar con esta situación, al final, ha de ser la persona “dejada” la que bloquee en todos las redes sociales a su ex pareja. Algo necesario para pasar página, que se deje de sentir “observada” y seguir adelante.
