En el conjunto de la comarca del Bajo Cinca se estima una merma del 50% en la producción, llegando al 70% en municipios como Belver, Osso de Cinca o Ballobar. De esta forma, de los 5.000 temporeros que llegan una temporada normal, solo serán necesarios la mitad. Algo que, en plena pandemia, jugará a favor del aspecto sanitario.
Por eso, como insiste Óscar Moret, responsable del sector de la fruta en UAGA, este año su principal preocupación es la pérdida productiva ya que muchos agricultores, además de perder las cosechas, no tenían seguros.
Los empleadores ya han comenzado a llamar a sus cuadrillas habituales para informarles de la previsión de contratación de cara a evitar que se desplacen innecesariamente. Moret reconoce que los problemas podrían darse entre aquellos temporeros que se desplazan por el país buscando trabajo.
Con menos mano de obra, los sindicatos ven más factible e idóneo integrar a los temporeros en la estrategia de vacunación aunque respetan que la decisión sea tomada desde Sanidad.