La prohibición de los festejos concluía el 31 de mayo, pero se ha prorrogado tres meses más. De esta manera será el segundo verano consecutivo sin celebraciones en toda la Comunidad.
Las empresas dedicadas a organizar espectáculos ven por segundo año consecutivo cómo pierden el mejor mes para trabajar. No van a poder hacer el agosto y consideran que desde el Gobierno de Aragón se están anticipando porque la situación podría mejorar con la campaña de vacunación. Aunque lo peor de todo es que muchas orquestas ya han desaparecido y temen que como esto siga así cuando pase la pandemia no quedará nadie para reflotar el sector.
Situación similar a la que se enfrentan las ganaderías de bravo. Aseguran que están con la soga al cuello porque sus ingresos se han visto reducidos a cero, a lo que se suma que han tenido que sacrificar muchos animales por no poder alimentarlos debidamente. La única esperanza que albergan es que puedan seguir organizándose otros festejos de carácter privado.
