Hace ahora un año se constituyó en Aragón el primer Gobierno cuatripartito de la democracia. El PSOE, Podemos, PAR y CHA han hecho balance de esa fórmula “novedosa e inesperada” que unió en un mismo ejecutivo formaciones con muchas diferencias ideológicas. Valoran haber sido capaces de apartarlas en pro del interés general, así como la puesta en marcha de proyectos ilusionantes. La llegada de la pandemia puso a prueba al ejecutivo y creen que salen fortalecidos.
La primera parte de la legislatura estuvo marcada por el trabajo para desarrollar una agenda verde, social y digital, gracias a la aprobación del presupuesto antes de finalizar el año, pero el coronavirus, y la situación grave y desconocida que llevó aparejada, obligó a cambiar las prioridades.
El presidente Javier Lambán defiende que actuaron con responsabilidad durante y después del estado de alarma, y cree que la aprobación de la Estrategia para la Recuperación en sintonía con el resto de partidos salvo Vox, los Ayuntamientos y agentes sociales debe ser un punto de inflexión para mirar al futuro con optimismo.
El vicepresidente, Arturo Aliaga, del Partido aragonés, ha valorado la buena sintonía entre los partidos y la importancia del Estatuto aragonés y de las “personas” como catalizador. La consejera Maru Díaz, de Podemos, señala que nunca han ocultado sus diferencias pero han sabido trabajar juntos, además de responder con unión a la mayor prueba que ha tenido que superar el ejecutivo, y José Luis Soro, de CHA, también cree que pese a las dificultades, el Gobierno sale fortalecido.