A falta de pequeños detalles como el nuevo kiosko de prensa, ya ha finalizado el grueso de las obras con las que el Paseo Ramón y Cajal entronca con el Coso Bajo y la plaza de Santo Domingo. La concejala de Urbanismo, María Rodrigo y el alcalde Luis Felipe se mostraban satisfechos por la transformación que se ha logrado en esta vía.
Felipe remarcaba que este proyecto global ha logrado que la avenida "se convierta de verdad en un paseo para el ciudadano". Además, apuntaba que esa transformación también ha afectado directamente al subsuelo y a las redes subterráneas. Las obras han afectado a más de 13.000 metros cuadrados. Y es que este paseo, que no se reformaba desde hace más de 40 años, tiene más 300 metros de longitud y 42 de ancho.
Tras las obras el paseo cuenta con aceras de hasta 14 metros en algunos casos en las que se han instalado nuevas luminarias y mobiliario urbano, juegos infantiles y carril bici, entre otros. La nueva glorieta del inicio del paseo permanecerá vallada en los próximos días para que las plantas que se han puesto puedan asentarse y para evitar que pueda sufrir destrozos durante las fiestas. La concejala María Rodrigo también destacaba que las dos nuevas glorietas con las que cuenta el paseo actúan como tanque de tormentas para evitar problemas con las aguas superficiales.
Aunque el grueso de las obras ha finalizado, todavía continuarán los trabajos para finalizar algunos detalles y para iniciar la construcción del nuevo Kiosko. El alcalde apuntaba que posteriormente la idea es acometer obras de mejora en la Plaza Unidad Nacional para dar continuidad a los trabajos realizados. Felipe también se refería a las próximas obras que se llevarán a cabo otra de las entradas principales de la ciudad, la avenida Martínez de Velasco.