El BOE ha publicado ya el conocido como “Acuerdo sobre criterios comunes de acreditación y calidad de los centros y servicios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia” que viene a establecer un nuevo modelo de residencias. Entre algunas medidas: las nuevas residencias deberán eliminar las sujeciones químicas y físicas, tendrán que contar con más personal y dividirse en unidades de convivencia de 15 personas como máximo.
Desde la Asociación de Residencias de Ancianos y Servicios de Atención a los Mayores (LARES), su presidenta, Emilia Bergasa, incide en que llevan trabajando desde hace años en un nuevo modelo de residencia que pone a la persona en el centro y que la pandemia obligó a frenar la puesta en marcha del proyecto. Bergasa asegura que comparten la filosofía de esta nueva normativa, pero que llega en un mal momento.
Para la presidenta de LARES, es necesario que se hable de financiación y de plazos para poner en vigor todas las medidas ya que muchas obligan a cambiar las infraestructuras y acometer obras, además de la contratación de personal y en este momento se está viviendo una situación de crisis que complicará poder efectuar esos trabajos.
Respecto al aumento de la ratio de personal, Emilia Bergasa explica que será necesario contratar personal cualificado y no hay suficientes profesionales en el mercado laboral. Para que esto fuera posible, sería necesario un plan de formación y que esta reforma de las residencias fuera acompañado de la reforma en otras leyes.