Tener un TOC no es simplemente tener una manía. La presidenta de la Asociación TOC Zaragoza, Pilar Monreal, distingue claramente entre aquellas pequeñas rarezas que cualquiera persona presenta en su día a día y un auténtico trastorno: la diferencia está en el alivio que se siente cuando se satisface esa pequeña manía y la desazón que una persona con TOC mantiene a pesar de haberla resuelto.
Muchos de los pacientes que sufren este tipo de desorden psicológico no llegan a ser diagnosticados, lo que les provoca una gran sensación de incomprensión y soledad. Pilar Monreal recomienda pedir ayuda. De hecho, asegura que en los últimos meses han notado un incremento de llamadas en la asociación de personas que solicitan información.
Monreal también pide mucha atención a los signos que pueden empezar a mostrarse en la infancia para coger el problema a tiempo y que no vaya a más, ya que es en la adolescencia cuando empieza a manifestarse. Por eso, hace un llamamiento para que familias y educadores sepan reconocer los signos y actuar de la mano de profesionales especializados en este tipo de trastorno.