Nervios, algunos llantos entre los más pequeños y en general muchas ganas de reencontrarse con los amigos en el inicio del curso escolar en Huesca. En este primer día de clases, la directora provincial de Educación, Mónica Martínez, ha visitado en el colegio Pío XII el espacio donde se ubica una nueva aula TEA. La directora, Lucía Ballesteros, ha explicado que para acoger este nuevo espacio se ha reconvertido lo que en su día fue la casa del conserje, cedida por el Ayuntamiento de Huesca. El espacio, que cuenta con un aula sensorial, ya ha sido amueblado y en los próximos días se dotará con el material necesario.
Ballesteros valoraba positivamente la puesta en marcha de esta iniciativa ya que en el centro hay cada vez "más alumnos que precisan de una educación más especializada". El colegio Pío XII cuenta en la actualidad 308 alumnos. Además, el equipo directivo lleva ya cinco años, con lo que la experiencia les permite trabajar mejor y destacaba también que el equipo docente es cada vez más estable. Junto con la del Pío XII, el departamento de Educación pone en marcha este curso otras aulas TEA en el Colegio Pedro I Barbastro y en Santa Ana de Sabiñánigo. Además, hay una nueva aula de educación especial en el colegio María Moliner de Fraga.
Por su parte, la directora provincial ha destacado que ha crecido el número de alumnos y que han aumentado las inversiones en los centros. Así en la provincia, han aumentado las aulas de escolarización de dos años, tres de ellas en el contexto rural y una más en el Colegio Alcoraz en Huesca. Según Mónica Martínez, directora provincial de Educación, esto demuestra el interés del Gobierno de Aragón por la conciliación de las familias y por la escuela rural. Otro de los proyectos destacados de este curso son las aulas terapéuticas, para alumnos con trastorno grave de conducta. Una de ellas se ubicará en el IES Pirámide de Huesca, con una ratio de cinco alumnos.
Martínez ha lamentado que no se hayan podido finalizar las obras de construcción del nuevo aulario en el IES Sierra de Guara, que se prevé terminen a final de este mes. No obstante, señala que según los informes no habrá problemas de convivencia entre las obras y la vida académica mientras duren esos trabajos. Pese a que se trata de unas obras muy esperadas, la directora provincial reconocía que después de tantos años de espera el problema es que el centro ha crecido y posiblemente siga teniendo problemas de espacio puesto que las cinco nuevas aulas no serán suficientes.
Otra de las cuestiones que seguirá pendiente de subsanar en este curso es el problema del transporte al IES Pirámide, a pesar de todas las reuniones y negociaciones que se han mantenido. La contratación de conductores ha sido materialmente imposible debido a un grave problema de falta de mano de obra cualificada, pues no hay conductores. Para ofrecer atención a los alumnos, se va a contratar a monitores que acompañarán a los alumnos que lleguen al centro o vayan a abandonarlo mientras comienzan las clases o llega el autobús. Para la directora provincial reducir la matrícula en el IES Pirámide, trasladando a alumnos a otros institutos de la ciudad, es una solución inviable ya que el resto de institutos están completos.
Por lo que respecta a los niños con necesidades educativas especiales y los auxiliares, ACNEES, Martínez ha dicho que en este inicio de curso se contemplan “1.085 horas de auxiliares de educación especial”, frente a las 1.007 con las que se terminó el curso pasado. “Es cierto que hay menos personas físicas contratadas, pero están contratadas a mayor número de horas como se acordó con los sindicatos”, ha reivindicado, al tiempo que ha destacado que “ya hay 163 auxiliares que forman parte de la comunidad educativa de los centros”. No obstante, la directora provincial se ha mostrado partidaria de revisar las necesidades de los colegios, “esto es un proceso vivo y dinámico” y “nuestra predisposición desde el Departamento es total y absoluta para contemplar todas las necesidades que se planteen durante el curso”.