El plan de contingencia municipal para hacer frente a la sequía se enmarca a su vez en un plan de emergencia que determina el nivel de gravedady, por tanto, las fases de actuación. La consejera de Infraestructuras, Patricia Cavero, ha querido subrayar que Zaragoza cuenta con un sistema de abastecimiento de agua robusto que recibe caudales procedentes de Yesa ni del Canal Imperial. Además, en caso necesario también podría tomar el agua del Ebro, de modo que actualmente no se ha tenido que activar restricción alguna.
Según evolucione la emergencia por la falta de precipitaciones, se contemplan hasta cuatro escenarios. Para cada uno de ellos se prevén diferentes medidas y restricciones, aunque la primera medida pasa por sensibilizar a la ciudadanía de la necesidad de hacer un consumo de agua racional y ser especialmente cuidadosos. Para fomentar medidas de ahorro de agua en los domicilios se va a poner en marcha una campaña de concienciación.
Por su parte, el Ayuntamiento viene trabajando en la implementación de diferentes tecnologías para una gestión más eficiente, como la instalación de sensores inteligentes que detectan fugas en la red de tuberías y aumentan el control del agua devuelta a los ríos. De persistir la sequía, se irán activando las medidas de los distintos escenarios previstos, como reducir la presión de la red y las frecuencias de riego, incluso regar únicamente los árboles catalogados como especiales; o prohibir el llenado de piscinas que no tengan sistema de recirculación.