En contra de lo que se puede pensar, la planificación financiera no es cosa sólo de ricos, es una herramienta poderosa para todos porque, como indica Marcela Mejía, del despacho de Luis Ignacio Fernández Irigoyen, permite asignar recursos de manera estratégica, ahorrar e invertir con propósito, hacer que cada euro trabaje a tu favor. Da el control sobre los ingresos y gastos, lo que permite construir el colchón de seguridad y maximizar la inversión a largo plazo.
La planificación financiera no es solo un concepto, es una acción concreta. Desde establecer un presupuesto hasta buscar opciones de inversión. Por este motivo, Mejía recomienda, en Economía a pie de calle, establecer metas claras, crear un presupuesto realista y buscar opciones de inversión son pasos muy concretos.
En este punto, contar con un profesional financiero accesible puede marcar la diferencia porque un experto en la materia puede ofrecer orientación personalizada, maximizando esfuerzos y minimizando riesgos, asegurando que cada paso financiero sea orientado a cada uno de los objetivos personales.