Frases como “todo va a ir bien”, “anímate, podría ser peor”, “tienes que ser fuerte”, “si eres positivo, todo irá mejor” las hemos escuchado y dicho en muchas ocasiones y en muchos ámbitos, pero en contextos como en personas con cáncer producen “positivismo tóxico” y pueden no ser tan beneficiosas como se podría pensar. Según el estudio realizado por la Fundación MD Anderson Cancer Center, el 63% de los enfermos de cáncer considera que este positivismo es contraproducente mientras que el 51% de familiares y amigos no lo percibe como tal.
Nieves Rubio, psicóloga de la Asociación Española contra el Cáncer en Zaragoza, explica que vivimos en una sociedad en la que parece obligatorio estar bien y si no se demuestra es motivo de estigma. Eso obliga a que personas que, por ejemplo, están pasando por un proceso oncológico, no se permitan sentirse tristes, estar enfadados o tener miedo.
La psicóloga de la AECC En Zaragoza asegura que es normal tener sentimientos que no son positivos y es bueno experimentarlos porque forma parte de ese proceso también de aprendizaje. Lo que es necesario es contar con la ayuda para saber manejarlos y entender porqué se sienten esas emociones.
Desde el punto de vista de familiares y amigos, también sería interesante hacer una reflexión sobre cómo actuar y no “obligar” a que la persona con cáncer esté siempre positiva y llevando a cabo acciones que, puede haber momentos, no se sienta con fuerza para hacer. Rubio indica que esa reacción de familiares y amigos es normal porque no se tienen herramientas para saber cómo gestionar ciertas situaciones.