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El problema de los 'sin techo' en Zaragoza colma la paciencia de los vecinos de Parque Bruil

Los vecinos del entorno del Albergue Municipal, en especial los de las viviendas del Parque Bruil, conviven desde hace meses con las consecuencias del sinhogarismo. Decenas de usuarios acampan en los soportales de viviendas próximas cuando el albergue está lleno o han superado el tiempo de estancia permitido.

José Antonio Alaya

Zaragoza |

La proximidad de sus casas al Albergue Municipal, con capacidad para 80 personas, ha convertido los edificios del Parque Bruil en una suerte de alternativa para 'instalarse' y pasar las noches para decenas de usuarios habituales de esta instalación cuando se quedan sin cama porque ya se encuentra lleno o han superado la estancia máxima permitida, que es de seis días cada tres meses, aunque en este último supuesto, esta limitación se flexibiliza dependiendo de las circunstancias meteorológicas o personales de los usuarios.

La presidenta de la Asociación de Vecinos Parque Bruil-San Agustín, Carmen Turégano, ha señalado que son las administraciones las que deben buscar soluciones a un problema que sufren desde hace tiempo y que con la llegada del frío está siendo más acuciante. Aunque no todos son conflictivos, la realidad es que algunos de ellos tienen problemas de alcohol o drogas, que consumen a la vista de todo el que pasa a su lado y que acaba siendo motivo de peleas entre ellos.

Los vecinos ven habitualmente cómo se drogan o practican sexo junto a sus casas a cualquier hora del día. Al de la seguridad, se suma un problema higiénico. Cada mañana, los accesos a sus domicilios amanecen llenas de desperdicios; y no sólo de basura, ya que al no contar con aseos, hacen sus necesidades fisiológicas en cualquier sitio.