En un año marcado por la sequía y la inflación por la guerra de Ucrania, la producción agraria de Aragón ha alcanzado los 5.135 millones de euros, lo que supone un descenso del 9% respecto a 2022. Según el balance de UAGA, la producción agrícola ha caído un 41%, pero se ha compensado en parte gracias a la ganadera, que ha crecido un 9%. El porcino sigue siendo el subsector estrella, con más de 4.300 explotaciones en Aragón, que representan dos tercios de la producción ganadera.
En el campo, los cultivos herbáceos han sido los más afectados por la climatología y aunque se ha recuperado la producción de fruta, sus bajos precios hacen que la renta obtenida siga cayendo. También se registran descensos en el viñedo y el almendro, mientras que el olivar crece un 57%.
El secretario general de UAGA, José María Alcubierre, lamenta que las duras condiciones del sector estén haciendo que cada año más de doscientos agricultores abandonen sus explotaciones. "Esa sangría de profesionales es el principal problema que tenemos. El año pasado éramos unos 18.000 agricultores y ganaderos, y este año somos 238 menos, con una edad media de 61,5 años. Sin el apoyo de las administraciones, no lo revertiremos", explica.
Reclaman ayudas directas y que lleguen a quienes de verdad las necesitan
En UAGA critican que el Gobierno aragonés no haya aprobado ayudas directas por la sequía, tal y como se comprometieron PP y Vox, y denuncian que los préstamos blandos que ofrecen como alternativa no se están concediendo a los profesionales que más lo necesitan, sino a los que tienen más patrimonio acumulado.
Además, el secretario provincial de UAGA en Zaragoza, José Antonio Miguel, lamenta que el Gobierno de España haya decidido no prorrogar en 2024 las bonificaciones para el gasóleo de los agricultores. "Es una traba inesperada y un duro golpe para el sector, que nos coloca en una situación de mucha incertidumbre", asegura.
