“Derecho a reparar”, así es como desde la Unión Europea se busca terminar con la obsolescencia programada y que los productos tengan una durabilidad superior a los tres o cinco años que ofrecen algunas garantías. Por eso, se quiere pedir a los fabricantes de pequeños electrodomésticos y aparatos tecnológicos que las garantías de reparación sean entre 5 y 10 años.
Hasta ahora hay muchos consumidores que sustituyen los productos a los dos años. Por cuestiones también de sostenibilidad desde la Unión Europea se quiere ampliar ese periodo de garantía. Pedro Salinas, presidente de la Sección de Consumo del Colegio de Abogados de Zaragoza, explica que esta petición que realizan desde la Unión Europea hace años que la llevan pidiendo los defensores de los consumidores y en torno a ella se ha levantado mucho revuelo.
Diversas opiniones de todos los implicados, desde los talleres, fabricantes e incluso ecologistas. Salinas cuenta cómo hasta ahora se aplica la Ley del Consumidor de 2022 por la que se amplió el periodo de garantía que debían tener los electrodomésticos y de la obligación del fabricante de tener piezas durante diez años después de la venta. Pero había una irregularidad y que el fabricante tenía piezas de repuesto, pero pasados los tres años de garantía, vendían las piezas, pero no realizaban el montaje o la reparación.
Con la propuesta de la Unión Europea esto cambiará y deberán tener la obligación también de garantiza la reparación a un precio aceptable una vez finalizado el periodo de garantía y si se estropea algún componente. Además, Salinas explica que se va a crear también una plataforma de reparaciones online y así poder elegir, además de establecer un formulario europeo común para todos.