El Pueblo Viejo de Belchite, en la provincia de Zaragoza, es uno de los 25 monumentos que ha entrado a pertenecer a la lista que cada dos años elabora el World Monuments Fund. Una lista que busca defender el patrimonio de determinados lugares para que no desaparezca. El objetivo de pertenecer a este programa es conservar el patrimonio cultural y apoyar al turismo sostenible.
Para el alcalde de Belchite y presidente de la Fundación Pueblo Viejo, Carmelo Pérez, es una gran noticia entra a pertenecer a esta lista y que el nombre de este municipio zaragozano haya sonado en Nueva York. Pérez asegura que, a pesar de los esfuerzos que se realiza desde el consistorio y de las ayudas que llegan desde el Gobierno de Aragón, es inevitable que, por el tipo de construcción, los edificios vayan derrumbándose y perdiendo este patrimonio.
De ahí la urgencia y la prioridad de buscar financiación para ayudar a consolidar lo que todavía queda en pie. Para el alcalde de Belchite, este reconocimiento internacional es lo que necesita el Pueblo Viejo para ayudarlo a no caer, “primero que se reconozca y luego que se le dé el valor histórico que tiene".
El director ejecutivo de World Monuments Fund en España, Pablo Longoria, ha destacado la importancia que en Belchite se pone de manifiesto el grave problema que existe a la hora de mantener el patrimonio cultural. Longoria incidía en que el Pueblo Viejo tiene una gran relevancia, no sólo por su memoria, sino también por la importancia artística de los monumentos que hay que proteger. Para ello, el siguiente paso ha de ser buscar fondos entre los donantes de la Fundación y la colaboración con las instituciones públicas y privadas.
Desde hace el año 2015, desde el Ayuntamiento se está trabajando por consolidar diversos monumentos como la torre del Reloj, de estilo mudéjar, la iglesia de San Martín, el convento de San Agustín o el arco de la Villa. Aun así, Carmelo Pérez asegura que momento de coger las riendas, de no ser así, se calcula que en 20 años el Pueblo Viejo de Belchite será sólo un recuerdo.
Hay un Plan Director con el Gobierno de Aragón con directrices para consolidar lo que había, pero también hay establecida una partida plurianual 2022-2026 de siete millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado que ha de ejecutar el ministerio y con el que todavía no ha hecho nada.
Historia de una candidatura
El Pueblo Viejo de Belchite es un símbolo y recuerdo de los estragos que una guerra puede ocasionar en una población. Daños que se han visto agravados por el paso del tiempo en estos últimos 80 años. El ingeniero Joan Sastre quedó “encandilado” por el silencio que había en este pueblo cuando paseaba por sus calles, por las explicaciones y el contexto histórico que explicaba la guía en las visitas guiadas y por la riqueza patrimonial que se intuía había tenido Belchite con su torre mudéjar.
Todos estos factores contribuyeron a que presentara la candidatura en una primera ocasión. En aquel momento, aunque se llegó a estar en la lista de los 100 finalistas, no alcanzó a estar en la línea de salida. Algo que si ha sucedido en esta ocasión.
En la defensa de la candidatura, Pablo Longoria llevó a Nueva York la jota que Natalio Baquero dedicó al Pueblo Viejo de Belchite.