El exconsejero de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Lluís Puig, finalmente no se ha presentado en el juicio celebrado en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en el que estaba prevista su comparecencia como acusado de un delito de desobediencia, por negarse a cumplir las sentencias judiciales que obligaban a Cataluña a devolver los bienes del Monasterio de Sijena. Ese lote de 44 piezas de arte religioso, propiedad de la orden sanjuanista, regresó a Aragón en diciembre de 2017.
Pese a la incomparecencia de Puig, el presidente del tribunal ha decidido continuar con el juicio en ausencia del acusado, para no dilatar más el proceso, pese a las peticiones de las partes. El abogado de la acusación particular, Jorge Español, ha pedido la nulidad del juicio, mientras que el de la defensa ha pedido su suspensión.
Vídeo en redes sociales
Puig no se ha desplazado a España ni ha comparecido por videoconferencia, porque lo impide la legislación de Bélgica, país en el que vive desde el proceso independentista. Eso sí, ha lanzado un vídeo a través de las redes sociales de su partido, Junts per Catalunya, en el que ha criticado la forma en que Aragón recuperó los bienes, recurriendo a la Guardia Civil para garantizar la ejecución de la sentencia. Compañeros de su partido se han concentrado ante la sede del TSJC en Barcelona como muestra de apoyo.
En este juicio, la Fiscalía solicita para Puig la inhabilitación para cargo público durante dos años y una multa de 5.940 euros. La acusación particular ejercida por Villanueva de Sijena eleva esa cantidad económica hasta los 66.000 euros.
Penas similares se piden para el antecesor de Puig al frente de la consejería catalana de Cultura, Santi Vila, quien sí ha acudido al juicio en calidad de testigo. No obstante, se ha acogido a su derecho a no declarar. Por los mismos hechos, todavía tiene pendiente ser juzgado por un tribunal de Barcelona.