La punta de la crecida del Ebro atraviesa ya la ribera baja del Ebro y no está generando problemas en los cascos urbanos. La principal preocupación es que el agua inundara la localidad de Pina, pero las defensas están soportando la fuerza del río que alcanza los 2.000 metros cúbicos por segundo en ese tramo del río.
Durante toda la noche, la Unidad Militar de Emergencias ha estado achicando agua y reforzando las motas. La alcaldesa de Pina, Mercedes Abós, señala que empieza a estar tranquilos, después de muchas horas de incertidumbre.
Los acaldes celebran que las afecciones son menores que en 2015
En Quinto de Ebro, están muy pendientes ahora mismo de la punta de la crecida, que ya ha inundado cerca de un millar de hectáreas de la huerta alta. Eso sí, se ha salvado todo el casco urbano, así como la huerta baja, y en las próximas horas esperan que empiece a bajar el nivel del río.
El alcalde de Quinto, Jesús Morales, asegura que esta avenida ha sido inferior a las de 2015 y 2018 en ese tramo de la ribera, gracias a las bajas aportaciones del Gállego.
Lambán ha acudido al puesto de mando en Pina de Ebro
El Puesto Mando del CECOPI está situado ahora en Pina de Ebro para analizar la evolución de la crecida. Hasta allí, se ha desplazado el presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, quien casi ha dado por concluido este episodio de emergencia por el aumento de caudales.
Lambán ha señalado que las intervenciones en la limpieza del cauce que ha realizado el Gobierno aragonés y la Confederación del Ebro han permitido reducir los daños. Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma, Rosa Serrano, ha avanzado que los Presupuestos Generales del Estado incluyen 13 millones de euros para intervenciones en el río.