Leer en público puede resultar una actividad incómoda para muchas personas. Sentir pudor e inseguridad cuando hay que leer en voz alta ante otras personas resulta una reacción natural si no existe el hábito. Sin embargo, acostumbrar desde la infancia a leer en voz alta resulta muy recomendable para vencer esa inseguridad, además de potenciar otras habilidades.
Leer en voz alta fortalece la memoria, beneficia el desarrollo neurológico y emocional, enriquece el vocabulario y mejora las habilidades comunicativas y la comprensión lectora. Además, fomenta la empatía y disminuye los niveles de estrés y ansiedad, ya que ayuda a vencer el pudor que muchas personas experimentan al sentirse expuestas en un terreno que no dominan.
La psicopedagoga Diana Fuior ha subrayado que no se trata únicamente de hacer leer a los pequeños, Tan importante como eso, es que los adultos también les lean en voz alta desde pequeños. El hábito de leerles cuentos antes de dormir, por ejemplo, también les aporta confianza y mejora su capacidad para la expresión oral.