Los toldos costaron 492.000 euros, pero un año después parecen condenados a seguir almacenados porque ni Ayuntamiento ni comerciantes de la Calle Delicias están dispuestos a hacer frente al pago de los 17.000 euros que cuesta su colocación, a loS que hay que sumar otros 11.000 para su desmontaje cuando pase el verano.
La consejera de Economía, Carmen Herrarte, ha aclarado que los toldos no son del Ayuntamiento, sino del sector comercial, que obtuvo la subvención como parte del proceso de mejora de la escena urbana que recoge el Plan Local de Comercio. Herrare ha explicado que ni siquiera han solicitado los permisos municipales para colocarlos de forma que creen zonas de sombra porque hace un año se pusieron de forma que los toldos no cumplían esa función.
Desde la Agrupación de Comerciantes aseguran que aunque tienen la guardia y custodia de estos elementos, es el Ayuntamiento el que, según las condiciones de la subvención, debe facilitar la fórmula para costear una instalación que los comerciantes no se pueden permitir. Desde la oposición municipal, la concejal socialista, Lola Ranera, ha exigido al equipo de gobierno en funciones que se instalen los toldos porque para algo se pagaron.