Las comidas y cenas de empresa son momentos en los que tras uno o varios vinos o quizá por la relajación del momento, pueden producirse momentos de exaltación de la amistad con quien no se debe o decir cosas que luego pueden tener repercusión laboral. Porque las cenas y comidas de empresas se consideran ámbito laboral, aunque se esté en un restaurante.
Desde el Colegio de Abogados de Zaragoza, el abogado laboralista Javier Sagardoy, explica que hay que tener cuidado porque hay acciones que pueden desembocar en despidos o sanciones como por ejemplo tener conductas inapropiadas hacia los compañeros o incluso si al día siguiente no se está en condiciones de realizar las labores propias de su puesto de trabajos.
También hay que tener precaución con las fotografías y las redes sociales ya que, en principio, se necesitaría el permiso de todos los que aparecen en ellas. Sagardoy también recuerda que la asistencia a una cena o comida de empresa es voluntario y si coincide con horario laboral, el jefe puede exigir que el trabajador haga su jornada laboral habitual aunque no vaya al evento.