En la provincia de Huesca, los 800 efectivos con los que cuenta la plantilla son claramente insuficientes para cubrir el territorio. Desde la Asociación de Guardias Civiles creen que precisamente esa falta de personal ha provocado que aumente la criminalidad en un 30% en Aragón, ha asegurado su portavoz en la comunidad, Juan Carlos Aznar. Los delitos que más han crecido han sido los robos en domicilios, robos con violencia, delitos tecnológicos, abusos sexuales y tráfico de drogas.
La dificultad para incorporar efectivos se agrava en provincias como la de Huesca, donde demarcaciones con pueblos pequeños no cuentan con servicios esenciales como consultorios médicos, así como opciones de trabajo para sus parejas. A esto se añade el elevado precio del alquiler de las viviendas en las zonas más turísticas de la provincia, lo que hace que nuestro territorio sea menos atractivo para los agentes de nueva incorporación, que en muchos casos terminan escogiendo otras provincias como destino.
Ante esta situación, Aznar ha comentado que el cuerpo necesitaría un 30% más de personal tanto en el Alto Aragón como en toda la comunidad para poder cumplir con sus servicios.