Los mayores son la población más vulnerable frente al coronavirus. Desde el inicio de la pandemia, en las 344 residencias de ancianos y discapacitados que existen en Aragón, se han producido 398 contagios. De estas personas, 119 han sido hospitalizadas y 88 han fallecido. Además, 177 trabajadores de estos centros han dado positivo en coronavirus.
Para frenar la propagación del virus, el Gobierno autonómico ha habilitado cinco residencias para acoger a los infectados que no requieran hospitalización. Ya están abiertos los centros de Yéqueda, en Huesca, Miralbueno, en Zaragoza, y Alfambra, en Teruel. A ellos se sumará mañana el de Casetas, y en los próximos días el de Gea de Albarracín, pensado para ancianos que ya se hayan curado, pero aún requieran cuarentena. Entre esos cinco espacios, suman 360 plazas, de las cuales ahora mismo solo están ocupadas 64.
Pese a la apertura de estos cinco centros de apoyo, muchas residencias de mayores insisten en que están desbordadas por la emergencia sanitaria y no disponen de los recursos suficientes, ni materiales ni humanos. En ese sentido, el director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Joaquín Santos, ha asegurado que el sábado les repartieron un cargamento de 53.000 mascarillas y 25.000 guantes desechables.
Santos señala también que ya hay 2.500 personas que se han inscrito en la bolsa de empleo creada específicamente para cubrir estas necesidades, y las residencias ya han empezado a contratar a más personal.
