La empresa, dedicada a la fundición de aluminio, ha tomado esa decisión tras perder dos de sus contratos más importantes y de momento sigue sin presentar alternativas al que podría ser el mayor despido colectivo de los últimos años en el sector industrial aragonés.
La empresa, que tiene a la automoción como principal cliente, ha asegurado que trabaja para cerrar una docena de contratos de aquí a 2023, pero a la vez, descarta mantener la plantilla actual. El responsable de Industria de UGT, José Juan Arceiz, pide información más concreta sobre el futuro de la planta y mantener el mayor empleo posible.
La plantilla continúa adelante con sus movilizaciones para presionar durante la negociación, que podría alargarse más allá del mes de octubre.