Riegos del Alto Aragón celebró ayer, lunes, su asamblea ordinaria, con un enfoque principal en el problema de la sequía. Desde la comunidad, insisten en la necesidad de una regulación del río Gállego debido a la situación actual de cambio climático.
La junta informó a los usuarios que se ha establecido una dotación de 4.000 metros cúbicos por hectárea y que no se prevén nuevos repartos hasta que se produzcan nuevas aportaciones de agua en los ríos. Riegos del Alto Aragón confirmó también que se acogerá a la exención de pago de tarifas de utilización del agua y canon de regulación si continúa la sequía.
La cuenca del Ebro recibirá un 1,1% de los 1.400 millones de euros de fondos que el Gobierno de España reparte el Ministerio de Transparencia. Desde la junta destacaron que estas medidas planteadas son temporales y reclamaron otras estructurales para mejorar la gestión de las sequías, flexibilizar la producción de energías renovables y garantizar el suministro de agua a las poblaciones.
La asamblea aprobó asimismo las cuentas anuales de la comunidad, que este año presentan superávit, y la memoria anual de las actividades del 2022.