Dicho estudio hace referencia a los suelos situados en la banda más cercana a la pronunciada ladera y exige adoptar medidas que mitiguen los efectos de posibles avalanchas. Ese riesgo de aludes afectaría a dos parcelas previstas en el proyecto para usos terciarios y residenciales con la previsión de levantar 36 pisos de precio libre. Según el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, esto deja dos soluciones posibles, adoptar “medidas de mitigación" aún por definir y que van más allá de las labores de refuerzo de las protecciones en las laderas, por ejemplo, construyendo los edificios de hormigón con mayor grosor; o en el peor de los casos, dejar esas parcelas sin desarrollar.
En este último caso, Sánchez reconoce una merma de ingresos al perder plusvalías pero insiste en que no afectará demasiado al coste del proyecto para el que, además, han recibido más fondos europeos y más aportación del 1% cultural del previsto en un principio. Aun así, el alcalde ha mostrado su disposición al Gobierno de Aragón para, si lo desea, poder llevar esa edificabilidad a otra parcela ya que el espacio no es problema, estamos hablando de 22 hectáreas disponibles.
De momento, el alcalde de Canfranc ha limitado la actuación urbanística a la zona libre de riesgos hasta que se acometan las medidas de mitigación en la zona a urbanizar, y ha suspendido la concesión de licencias hasta ese momento.