Algunos vecinos han solicitado al consistorio un cambio de técnica ya que los actuales petardos, cohetes y punteros laser producen grandes daños en familias que tienen niños con autismo, bebés o personas mayores con demencia. Piden tratar la plaga de una forma que no afecte a la salud de los ciudadanos. El concejal de medioambiente, Roberto Cacho, entiende la denuncia vecinal pero insiste en que no existe otra técnica efectiva para ahuyentar a estos ejemplares.
Añade que, sin el control de la plaga, volveríamos a sumar ejemplares cada año y una ciudad como Huesca no puede volver a alcanzar los 200.000 o, incluso, 400.000 que llegaron a existir hace 20 años.
Asimismo, Roberto Cacho ha pedido que los propietarios de jardines y pinares particulares vigilen la posible presencia de procesionaria ya que es en estos lugares donde pueden darse bolsones que se expandan por otras zonas.