Hostelería

Los salarios y la baja conciliación siguen lastrando al sector de la hostelería aragonesa

Las condiciones de laborales de la mayoría de los trabajadores del sector hostelero están definidas por sus salarios bajos, sus largas jornadas de trabajo y por la difícil conciliación familiar. Un problema que afecta a casi dos millones de personas en los 300.000 bares y restaurantes que hay abiertos en España.

Redacción

Zaragoza | 02.08.2024 14:47

Dos cocineros trabajando en un restaurante / Visuals

La hostelería es un sector en el que falta mano de obra, las condiciones y los salarios son algunos de los motivos principales por los que los trabajadores toman la decisión de enfocar su camino de otra manera y abandonan la profesión. Un antiguo cocinero explica que desde que comenzó a trabajar en el sector, coincidir con sus amigos le resultaba imposible. Trabajar los fines de semana y los horarios partidos eran las condiciones que la hostelería requería.

Luis Femia, gerente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, explica que la pluralidad de empresas que tiene el sector dificulta “plantear medidas transversales en un convenio colectivo de conciliación”. Sin embargo, afirma que los negocios están apostando por un modelo que facilita la gestión del tiempo para ayudar a mejorar la calidad de vida de los profesionales.

Otra de las problemáticas que plantean los trabajadores del sector son los salarios. Desde la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza aseguran que se están realizando mejoras, han firmado un convenio donde se plantea un incremento económico en 3 años del 13%, con posibilidad de subir un 1,5% más.

Un antiguo camarero explica que el obstáculo principal está en las “pagas en B”. El salario en A es el que marca el convenio en nómina, el resto del salario que los trabajadores cobran es la paga extra que “va en un sobre”. En un ERE o ERTE esa parte del sueldo no se cobraría porque no cotiza.

A raíz de la pandemia del COVID los hosteleros dejaron de cobrar el salario extra y muchos de ellos dejaron la profesión. “Al que no le ha quedado más remedio se ha tenido que quedar -en el sector-, pero todos los que han podido han saltado del barco. Es lo que hace que actualmente no haya gente que esté dispuesta a trabajar”, concluye el camarero.