Las organizaciones profesionales agrarias y productores siguen reclamando ayudas directas para paliar los efectos de la sequía, que ha provocado pérdidas de hasta el 90% de la cosecha de cereal de invierno en las provincias de Zaragoza y Teruel. Se estiman afecciones en cerca de 190.000 hectáreas.
Sin embargo, el consejero de Agricultura, Ángel Samper, insiste en que los paquetes de créditos blandos u otras medidas adoptadas por el Ministerio de Agricultura o por el Gobierno de Aragón se deben considerar ayudas directas.
En Barbastro, ha asegurado hoy que el ejecutivo ha aumentado las partidas en apoyo a los agricultores y ganaderos, pero se niega a repartir “miserias” como piden algunos partidos políticos cuando reclaman ingresar cantidades a los productores. Aun así, Samper se compromete a apoyar a las explotaciones que no podrán recoger cereal, recalcando que las ayudas que ya se ofrecen van al bolsillo de los beneficiarios y no "al capital ni al interés".
Samper también ha reiterado que, una vez el Ministerio de Agricultura resuelva convocatorias de ayudas, se lanzarán nuevas medidas de apoyo a los jóvenes productores aragoneses que hayan quedado fuera.
Reclamaciones de ARAGA
La Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón, ARAGA, ha pedido en la consejería de Hacienda que aumenten los fondos que permitan apoyar a las explotaciones agrícolas y ganaderas, ya que, para algunas de ellas, será el tercer año prácticamente sin cosecha.
Los elevados costes de producción se suman a la sequía y abocan a una campaña en la que en muchas explotaciones “no merecerá la pena sacar las máquinas a cosechar”. Una situación que también afecta seriamente a la ganadería, ante la ausencia de pastos.
Fernando Lorente, presidente de ARAGA, ha pedido tener “una sensibilidad especial” con esta situación complicada para el sector.