Según los datos oficiales, en 2018 fueron 253 agresiones y subieron a 294 en 2019; el confinamiento de 2020 las hizo bajar a 196, pero en el primer semestre de 2021 ya han llegado a 153, por lo que de continuar la tendencia, este año se superarán las 300.
Los profesionales recuerdan que ya en marzo de 2019 se plantearon cinco actuaciones urgentes: dotar con un vigilante de seguridad todos los centros, instalar cámaras de videovigilancia, “botón del pánico” en las mesas de trabajo, “pulsera de geolocalización” para los profesionales fuera del centro y multas de hasta 30.000 euros para los agresores.
Sin embargo, señalan que apenas se han tomado medidas mínimas y lamentan el abandono de la Atención Primaria. Por ejemplo, solo 19 centros de salud tienen actualmente el botón para pedir ayuda y sus profesionales no tienen tampoco este dispositivo cuando tienen que desplazarse, aunque recientemente se ha presentado para el personal del 061.