Nada tiene de malo que, ante la adversidad, haya quien encuentre cierta paz espiritual en su religión y se sienta reconfortado en la existencia de una fuerza mística a la que encomendarse con ofrendas y promesas. Bien distinto es alejarse de la Ciencia y poner la salud en manos de charlatanes y vendedores de humo, bajo la premisa de que un poder sobrenatural obrará el milagro de curar lo incurable sin pisar un centro de salud.
Este mensaje es el que, según advierte el presidente del Colegio de Médicos de Zaragoza, Javier García Tirado, difunde una secta alemana que ha ofrecido tres charlas en Zaragoza. Los acólitos de Bruno Gröning, un curandero polaco autoproclamado sanador espiritual y gurú, proclaman las milagrosas curaciones masivas que llevó a cabo durante su mesiánica trayectoria. No deja de ser paradójico que tan grandioso poder no funcionara con él y muriera de cáncer a los 52 años.
Desde el Colegio de Médicos recuerdan los peligros de estas pseudociencias, que dan falsas esperanzas, aprovechando la situación de personas desesperadas e infunden el desapego y la desconfianza en la evidencia científica. García Tirado califica de gran irresponsabilidad la difusión de mensajes sin base científica que sólo pueden agravar el estado de salud de quienes se entregan a ellas.
