Lidia Navarro, de 84 años, fue la primera que recibió la vacuna Pfizer en Huesca, en la Residencia Somontano de Barbastro y después de la segunda dosis, se mostraba contenta y con ganas de poder abrazar a sus nietos y a su familia que hace un año que no ve. Al igual que José Bruballa, el segundo en recibir la vacuna, que lo que más desea es poder acercarse a su casa.
La primera fue la de Barbastro y su directora Mamen Pueyo, aseguraba que en este tiempo han estado manteniendo los mismos protocolos para evitar contagios y, aunque se flexibilicen en algunos puntos, hay acciones que han venido para quedarse.
La auxiliar Verónica Insa ha sido una de las trabajadoras en recibir la vacuna y ha asegurado que no se siente nada especial, “es como cualquier otra vacuna”. Y anima a todos los profesionales a que se vacunen.