Muchos zaragozanos ya sufren las consecuencias de la mordedura de la mosca negra. Se ha detectado ya en zonas como Casablanca, e incluso en el centro de la Ciudad. El catedrático de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, Javier Lucientes, cree que esa presencia no tiene su origen en Zaragoza, sino en otras zonas en las que aún no se ha actuado contra este insecto.
La autonomía de vuelo de la mosca negra puede llegar a superar los 20 kilómetros. Considerando que hace dos semanas el Instituto Municipal de Salud Pública, aplicó la primera fase del tratamiento para acabar con las larvas de mosca negra, lo normal es que los ejemplares detectados en Zaragoza procedan de otras localidades próximas.
El Ayuntamiento ha iniciado hoy la segunda fase del tratamiento contra las larvas de mosca negra en el Gállego; mañana se aplicará en el cauce del Ebro y el día 23 se reforzará la actuación con un tratamiento intensivo con drones. Sin embargo, desde Zaragoza se señala la importancia de que en otras localidades próximas se actúe contra la mosca negra. Javier Lucientes asegura, de hecho, que si no se hace nada en esas zonas, servirán de poco los esfuerzos de Zaragoza.