Un seguro se define como un sistema de protección para la persona y su patrimonio ante hechos que pueden afectar a su integridad, sus intereses o su propiedad. Luis Ignacio Fernández Irigoyen, con OVB, cuenta a través de unos ejemplos la importancia que tienen, al margen de con qué entidad se suscriban.
Si se tiene un accidente de tráfico y el vehículo queda inutilizado, el seguro te puede prestar uno mientras está en el taller. Si se quema la casa, el seguro se hace cargo de las facturas para reconstruir la vivienda. Si la persona ha de coger una baja de tres meses, no puede trabajar y no tiene ingresos suficientes, el seguro te da 2.000 euros al mes para salir adelante. Son algunos ejemplos.
También en caso de invalidez o muerte, el seguro se hace cargo de los gastos y ayudar a salir adelante a la familia. Con un buen asesoramiento, por mucho que nos acordemos del seguro cuando toca pagar, estaremos bien protegidos.