La Confederación Hidrográfica del Ebro ha declarado la situación excepcional de sequía extraordinariaen la cuenca del Segre, pero en pocos días podrían entrar también en esa situación de emergencia el Eje del Ebro, el Bajo Ebro, la cuenca del Aragón y Arbas, y la cuenca del Iregua, e incluso más adelante, Riegos del Alto Aragón, el Canal de Aragón y Cataluña o, en la margen derecha, el Huerva.
Esa declaración de situación excepcional no tiene efectos prácticos inmediatos, pero puede servir, por ejemplo, para que los agricultores afectados pidan ayudas públicas en el futuro, o para que cada territorio aplique las restricciones que considere necesarias.
Desde la Confederación, aseguran que el abastecimiento de agua para la población está garantizado, aunque podría ser necesario, en momentos puntuales, que las diputaciones o ayuntamientos llevaran camiones cisterna a pequeños municipios que dependan de pozos o manantiales, y no tengan fuentes de agua alternativas. Ayuntamientos como el de Zaragoza ya tienen un plan de contingencia, que contempla incluso limitar el llenado de piscinas, si la sequía se agrava.