Mientras la situación en los centros de Atención Primaria se complica a diario por el aumento de casos, y ya ha obligado a ampliar horas de trabajo para rastrear y hacer pruebas diagnósticas, los hospitales siguen trabajando con tranquilidad. El intensivista del Miguel Servet, Pablo Ruíz de Gopegui, asegura que los datos actuales hubieran desbordado a los hospitales en cualquiera de las olas anteriores.
Es evidente que la juventud de la mayoría de contagiados y la vacunación han modificado el comportamiento del brote, evitando la saturación hospitalaria. Sin embargo, Ruíz de Gopegui, señala que hay personas de menos de treinta años que ya están requiriendo de hospitalización, aunque la presión no sea comparable a los peores momentos de la pandemia.
Aún así, el intensivista reconoce el temor de los sanitarios a lo que pueda ocurrir dentro de una o dos semanas. Explica que de los 1021 casos de hoy o los 949 de ayer, habrá algunos que se compliquen y acabarán en el hospital e, incluso, en la UCI., ya que por bajo que sea el porcentaje de hospitalizaciones, éstas aumentarán en la medida en la que siga aumentando la incidencia.