Los expertos en psicopedagogía consideran que los participantes en retos como 'Simon Dice' buscan sentirse conectados entre ellos durante su transición a la vida adulta, una etapa que viven como una especie de duelo, una pérdida de la infancia; esta transición hace que los adolescentes se sienten solos e incomprendidos, como niños y como adultos.
Para un adolescente, participar en estos retos equivale a desafiar al mundo adulto y satisfacer sus necesidades gregarias, logrando encajar en un grupo de iguales. Las redes sociales se convierten en el escaparate donde exhiben su osadía. Obtienen su recompensa a través de los 'me gusta', por lo que están dispuestos a hacer lo que sea para incrementar su popularidad.
La psicopedagoga Camino Felices, miembro de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, señala que los retos virales son un camino directo para ganar seguidores y 'me gusta' de una manera rápida y fácil. Esto les lleva a querer superarse e iniciar retos cada vez más peligrosos para mantener a sus seguidores enganchados a su canal o a su cuenta.