Para Concha, lo que comenzó con unas molestias abdominales, a las que siguió un sangrado genital, terminó con un inesperado diagnóstico de cáncer de ovarios a los 64 años. Desde entonces, Concha se ha sometido en el hospital Quironsalud a dos intervenciones quirúrgicas y a seis sesiones de quimioterapia, además de varias 'terapias diana', que dirigen el fármaco específicamente a las células tumorales, y después de tres años de lucha, puede afirmar con alivio que se encuentra perfectamente.
Pocas veces se detecta el cáncer de ovario en una fase prematura. El tumor guarda silencio, y cuando llegan los primeros síntomas puede ser tarde. De hecho, el 70% de los casos se diagnostican en fases avanzadas. De éstos, sólo uno de cada cuatro tienen cura. Por eso, los expertos recalcan la importancia de las revisiones periódicas a partir de los 45 años, edad que superan la gran mayoría de pacientes, aunque la media está en torno a los 62 años.
En Aragón, se diagnostican cada año un centenar de casos. En torno al 15% tienen un origen genético. La endometriosis, el síndrome del ovario poliquístico, infertilidad y tabaquismo son también factores de riesgo. Por contra, la lactancia materna, el uso de anticonceptivos y 'dius' o la ligadura tubárica son factores protectores ante el cáncer ovárico.