En 2020, SOS Racismo Aragón estuvo condicionado también por el cierre de sus instalaciones a consecuencia del Covid-19, lo que no quita el aumento de atenciones que han llevado a cabo. De las 18 denuncias por discriminación directa que han recibido, un tercio de ellas estuvieron vinculadas con el entorno privado por situaciones de acoso vecinal o reclamaciones indebidas del alquiler, mientras que otro tercio se produjeron el entorno laboral.
Las mujeres inmigrantes en situación irregular y que trabaja en el sector del servicio doméstico son las más afectadas por tratos discriminatorios. Desde SOS Racismo Aragón atendieron a personas de 22 países diferentes, un 66,28% de los casos fueron latinoamericanos, sobre todo procedentes de Nicaragua, seguidos de países africanos y Europa.
La oficina de información y denuncias de la ONG atendió 69 cuestiones relacionados con extranjería y nacionalidad, vinculados a una discriminación estructural; 18 expedientes de discriminación directa y 2 de otros asuntos, ha informado este viernes SOS Racismo en su balance anual, donde matiza que 3 expedientes entran en 2 categorías.