La campaña de prevención y extinción de incendios forestales ha concluido con un 71% menos de superficie quemada por las llamas y un 11% menos de incendios. Además, ninguno de ellos ha superado las 500 hectáreas. Los incendios más relevantes de este verano se produjeron en Biota, Pueyo de Araguás, Luesia y Corbalán. Desde el Departamento de Medio Ambiente de Aragón señalan que la mitad de todos los fuegos se podrían haber evitado, ya que el 50% se han producido por negligencias o intencionados.
En total, son 939 hectáreas las quemadas frente a las 3312 de la media habitual. El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, ha indicado que esta campaña tan favorable se debe a las condiciones meteorológicas de unos meses de agosto y septiembre muy húmedos, y a la eficacia de los efectivos, así como a la coordinación con las administraciones de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y la Unidad Militar de Emergencias (UME). El consejero también ha agradecido al operativo de Infoar por su encomiable labor.
Las causas
Las causas principales de los incendios son las naturales, habitualmente los rayos, con un 26%. El 20% se debe a accidentes; otro 20% a negligencias y el 24% han sido provocados intencionadamente. El 10% restante se desconoce o todavía se está investigando.
De entre los accidentes y negligencias destacan los motores y la maquinaria, con un 32%, las quemas agrícolas ―26%―, los fumadores ―9%― y las líneas eléctricas ―8%―.
Los cuatro incendios en Aragón
El primer incendio destacado tuvo lugar el 3 de julio en Biota (Zaragoza), que acabó con 460 hectáreas y se sigue investigando. El segundo fue declarado en El Pueyo de Araguás (Huesca) el 23 de julio, y quemó 134 hectáreas, obligando a evacuar los municipios de Torrelisa y Araguás. La orografía del territorio impidió el acceso por tierra, así que hizo falta un gran número de efectivos aéreos para extinguir las llamas que provocó una cosechadora.
Los otros dos incendios se produjeron en Luesia (Zaragoza) el 30 de julio y en Corbalán (Teruel) el 11 de agosto. El primero se declaró de madrugada y arrasó con 132 hectáreas, mientras que el último calcinó 192. Ambos continúan investigándose.
La Jefa de Servicio de Gestión de los Incendios Forestales y Coordinación, Maribel Ureta, ha señalado que se ha quemado un 28% de lo que arde de forma habitual. Las cifras de Aragón se asemejan al resto de España, pues ha sido un 54% de superficie calcinada en comparación con la media histórica.
