El presidente de la Asociación Provincial Auto-Taxi, Miguel Ángel Perdiguero, cree que el Ayuntamiento de Zaragoza debería haber contado con el sector para atenuar el impacto que tendrá en el servicio la ejecución de una obra que va a condicionar notablemente el tráfico en el entorno de la Avenida Cesaraugusto durante diez meses.
Perdiguero está convencido de que los taxistas van a tener problemas, por ejemplo, para dejar y recoger clientes en los hoteles de la zona, algo que se solucionaría permitiendo el acceso desde Plaza España a los taxistas, haciendo uso de un pequeño tramo de la plataforma del Tranvía. Otra opción sería habilitar la calle Val-Carreres en sentido Plaza del Carmen, Plaza Salamero para salir directamente frente al hotel Alfonso I; o poder entrar a 5 de marzo para poder salir a Salamero, y de ahí de nuevo al Coso.
Pero no sólo vaticina el presidente de los taxistas problemas con los hoteles. Se pregunta qué pasará cuando tengan que dar servicio a personas con movilidad reducida que vayan al Hospital Provincial. Cree, además, que la calle Ramón y Cajal no va a dar de sí para absorber todo el tráfico procedente de Cesaraugusto hacia Conde Aranda, y calles como Madre Rafols pueden ser una encerrona para los conductores.