A Siri, Alexa o Cortana les ha salido competencia y se llama Maximiliana, en honor a la abuela Javier Terreu, el ingeniero informático que ha creado el teléfono que rompe las barreras tecnológicas con las que se encuentran muchas personas mayores a la hora de comunicarse con los suyos.
Terreu quería que su abuela dispusiera de un teléfono que fuera fácil de usar para Maximiliana, contestando automáticamente sin necesidad de pulsar ningún icono táctil y en cuya pantalla aparecieran las caras de los contactos más cercanos, aumentando el tamaño de la imagen de quien intentase contactar con ella.
Tal fue el grado de satisfacción de su primera usuaria, que enseguida se puso a trabajar en un proyecto empresarial que ya cuenta con más de 400 usuarios, que además de tener un dispositivo fácil de usar para hacer llamadas o videollamadas, dispone de geolocalicación, recordatorios o llamada de emergencia que se activa agitando el teléfono de arriba a abajo.