Que la entrega de la Medalla de la Ciudad suponga el final de una etapa muy negra y el inicio de un tiempo de esperanza. Es el deseo expresado por la presidenta del Colegio de Enfermería, Teresa Tolosana, tras recibir junto al resto del personal sanitario la máxima distinción que otorga el Ayuntamiento de Zaragoza.
Tolosana explica que el constante flujo de información sobre las vacunas, que originan constantes cambios en el plan de vacunación, obliga al personal de enfermería a actualizar a diario cualquier modificación para dar respuesta a las dudas que plantean los pacientes que van llegando a los centros de vacunación, a veces con temor.
La presidenta de las enfermeras zaragozanas habla del ánimo esperanzado del colectivo según aumentan las personas inmunizadas, aunque no oculta su preocupación porque cuando el cese de las restricciones suele acarrear un aumento de los contagios. También reivindica la labor de la Atención Primaria en unas condiciones muy difíciles y recalca que, a pesar de que la sensación de los pacientes sea otra, se sigue atendiendo todo lo que se puede de forma presencial.