Están aumentando los casos de violación por sumisión química. El modus operandi suele ser que en determinados establecimientos, los agresores vierten sustancias químicas en la bebida de la víctima. Drogas que lo que hacen es que pierdan el conocimiento o entren en una actitud de sumisión.
Según un estudio de la Universidad de Valencia, el 20% de los jóvenes de entre 18 a 28 años sospecha que alguna vez le han puesto drogas en la bebida. Ante esto, han estado trabajando en un kit para detectar si en nuestro vaso han echado alguna droga. Pablo Gaviña, Catedrático en Química Orgánica de la Universidad de Valencia e investigador principal del proyecto NoSUM, explica cómo se está en fase de comprobar la utilidad de este kit y estudiar los puntos de mejora.
Este grupo lleva años investigando sobre la detección de drogas e incluso realizan proyectos enmarcados en el Plan Nacional de Drogas. Este kit surge del incremento de casos de sumisión química y también ante lo complicado que es comprobar sustancias líquidas trasparentes que se entremezclan con la bebida.