Tal y como se aventuraba en la observación preliminar, la pieza está más dañada de lo que cabría pensar en un principio. La restauradora del Museo Provincial de Teruel, Pilar Punter, ha detallado que a falta de un análisis más exhaustivo, "la escultura se ha fragmentado en nueve partes y también hay algunas pérdidas".
A partir de aquí, el director del Museo, Jaime Vicente, ha explicado que habrá que hacer una serie de analíticas "para catalogar el material, el tipo de lesión y los adhesivos que se pueden utilizar en su restauración".
El proceso también se ajustará al uso posterior que se le vaya a dar a la escultura, ya sea reintegrarla en la plaza o exponerlo en algún otro lugar. En este sentido, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, ha dicho que "será una decisión para la que espero contar con el máximo consenso de los turolenses".