Nadie parece tener prisa en acabar con una huelga que cada día afecta a miles de personas que necesitan llegar al trabajo, a clase o a una cita médica, padeciendo interminables esperas en las paradas para acabar haciendo ejercicios de contorsionismo con los que encajarse en algún hueco imposible de un autobús que llega abarrotado. Peor será aún la situación a partir del sábado, cuando den inicio las fiestas.
Han pasado tres semanas desde que se rompieron las negociaciones y las posturas parecen inamovibles por ambas partes. El gerente de Avanza Zaragoza, Guillermo Ríos, ha señalado que la única posibilidad de que no haya huelga durante las Fiestas del Pilar pasa por la voluntad de los trabajadores, ya que la empresa aceptó la propuesta del SAMA y es el comité el que tiene que mover ficha convocando un referéndum para que la plantilla decida si acepta la oferta.
Sin embargo, en el programa del lunes, el presidente del Comité de Empresa, José Manuel Montañés, defendió la legitimidad del comité para decidir no someter a votación la oferta del SAMA porque no cubre sus reivindicaciones económicas. También negó división alguna entre la plantilla apelando a los elevados datos de seguimiento de los paros. En este sentido, el gerente de la empresa ha cuestionado las prácticas del comité de huelga para lograr esos niveles de seguimiento.