En Aragón viven unos dos mil ucranianos y estos días viven, todavía con más intensidad, lo que sucede en su país de origen. 200 de ellos forman parte de la Asociación de Ucranianos Residentes en Aragón y su presidenta, Alina Klochko cuenta cómo la situación se ve diferente según en qué parte del país se viva, en el oeste o en el este.
Alina llegó a Zaragoza huyendo de la guerra en el año 2015 con su marido y su hija. Como su familia, quienes huyen de Ucrania lo hacen por miedo a la guerra. Lejos de su país, Alina y su familia han rehecho su vida, es traductora y regenta una tienda en Zaragoza. Y precisamente con el ánimo de mantener viva su cultura, sus costumbres y tradiciones, creó la Asociación Ucraniana de Residentes de Aragón. Ahí se reúnen y celebran sus fiestas y tradiciones.
El Covid-19 ha sido otra batalla que ha frustrado los planes de sacar adelante algunos proyectos como la escuela en la que enseñar ucraniano a los niños para que no pierdan el idioma. Además de este proyecto para que no se pierda la cultura de su país, Alina ya está pensando en otros proyectos como un museo en el que mostrar la rica historia que tiene Ucrania, independiente a la de Rusia, y con mucho que ofrecer.