UGT y Comisiones Obreras se concentrarán el 26 de septiembre ante las sedes de todas las patronales, incluida la aragonesa, para exigir a los empresarios que desbloqueen la negociación para reducir la jornada laboral hasta las 37,5 horas. Denuncian que, desde que Junts per Catalunya se puso del lado de la CEOE, saben que el Gobierno central no tiene una mayoría parlamentaria para imponer esa medida por ley, y por eso se niegan a avanzar mediante el diálogo social.
Los secretarios generales de ambos sindicatos, Pepe Álvarez y Unai Sordo, han participado este viernes en una asamblea informativa en Zaragoza. Insisten en que reducir la jornada mejorará la salud y la conciliación de los trabajadores, pero también tendrá un impacto positivo en la economía.
La CEOE niega que se pueda mantener la productividad
Sobre este asunto han hablado también los propios empresarios, durante la Comisión de Coyuntura Económica de CEOE Aragón, que ha celebrado su reunión trimestral. "Yo estoy convencido de que nuestros equipos de trabajadores dan siempre el máximo. Si ya dan el máximo, y reducimos la jornada un 10%, ¿cómo va a ser posible mantener la productividad?" se pregunta el presidente de la Comisión, Félix Longás.
Sin embargo, Álvarez recuerda que España es uno de los países donde más horas se trabaja y menor productividad existe, mientras que en Alemania o Francia tienen jornadas más reducidas y son más productivos. Su compañero Sordo explica: "Para que la economía española logre una mayor productividad a medio y largo plazo, lo que hay que hacer es favorecer a las empresas que consiguen rentabilidad por la vía de invertir en tecnología, digitalización, formar a los trabajadores y estabilizar empleo. Si se siguen favoreciendo jornadas extenuantes, horas extra que no se pagan o salarios muy bajos, lo que se favorece es la rentabilidad de las peores empresas".